Una lección, amiga.

Anécdota.-

Una vez una amiga me dijo, no me voy atrever a dar el siguiente paso, por miedo a perderlo. Me conmovió un poco y aunque nunca haya sentido la sensación aún por casarme con alguien, pude sentir el desequilibrio de su decisión por el supuesto "miedo", pero la seguridad en su corazón por su amor. Ver a mi amiga y su pareja era una cuestión de conexión instantánea que emergían entre ellos dos, no se como explicarlo, no era romántico, ni mágico, era un amor complementario.

Era evidente, no se trataba de que ambos tuvieran que decidirlo por cumplir un papel social, sino porque en ambos existía más que amor, compañerismo, complicidad, son un equipo, motivo por el que habían decidido casarse en algún momento; ella tenia miedo pero si quería, algo pasaba que desistía de su decisión.

- Le pregunte a mi amiga.

- ¿A que gran obstáculo temía enfrentarse con alguien que comparte todo, no podrían solucionarlo?

Lugo de un par de meses, mi amiga volvió con la increíble noticia de que: !se había casado!. Y no se si sus palabras fueron preparadas en un día que el universo estaba desocupado y destinó para que yo escuchara lo que ella me compartió.

Entendí que ella en algún momento de su relación le temía a lo desconocido, porque era obvio que lo conocido la tenia tan tranquila, tan cómoda y tan feliz, teniendo todos estos complementos con la persona que ama ¿qué miedo les puede ganar?, que el hecho de estar juntos tan firmes como piedra en una relación, es la clave, así ningún miedo es triunfador.

Era cuestión de coordinar la vida juntos, una tarea ardua de dos, donde ambos colocaran cada meta acompañada de apoyo mutuo, tolerancia, confianza y mucho amor. Cuánta dedicación, construcción debe ir involucrada e invertida en una pareja para que resulte sustentable y perdurable, a parte de ser racional, es que deben ir conjuntas todas estas preguntas previas, antes de dar el gran paso a la responsabilidad de dos, de sujetar bien los eslabones al principio para poder armar las bases del castillo del matrimonio. 

Recuerdo escuchar muchas veces dichos como "cuando lo/a conocí", cuando a veces la gente erróneamente lo dice, "es que fue amor a primera vista", no es el hecho de verlo/a por primera vez, sino de ir hacia lo más profundo, desencadenar un todo, conocer de que está hecho/a, cual es su esencia, que rodea su esfuerzo, sus ambiciones, metas, visiones, cuáles son sus puntos fuertes, sus debilidades, su complicidad contigo, que pueden lograr juntos, que motivo los hace crecer juntos, que la hace ser la persona valiosa para ti y tu para el o ella.

Me dijo también que cuando encontrara un amor complementario, hacerme las siguientes preguntas iba a ser el plus de toda iniciativa al proceso del amor sustentable:

- ¿Crees estar realmente enamorado/a de la persona con la que estas?, ¿qué rumbo llevan?, ¿qué los hace crecer¿, ¿hablan de sus metas y proyectos juntos?, ¿coordinan sus metas para el futuro?, ¿te motiva y ayuda a ser mejor?, ¿te apoya, te desarrollas cómo persona profesional y espiritual? y una pregunta final pero no menos importante, ¿le tienes miedo a fallar en el intento de ser feliz?.

Me retaba al pensar si estaba segura con la persona que estaba en ese momento y me decía:

- “Sabre comprender cada pensamiento futurista que logres imaginar con esa persona especial para tu vida, y no se trata de solo idealizarlo/a que no es nada sano, sino de querer compartir todo incluido el futuro, aunque fuera incierto pero siendo realistas, y como una visión natural de las mujeres, mantenernos esa idea activa en la mente, constantemente planeando a menudo, pero la clave es esta: mientras más conectes irás acertando esa parte”.

- Me agregaba diciendo: “cuando te sientas navegando en mares desconocidos, sé muy bien que ese mar dará miedo, tanto miedo que hasta dan ganas de regresar a la costa y quedarte en lo conocido, será inútil mi amiga, porque nosotros amamos el mar, la parte profunda, la parte verdadera y que da miedo, pero que te hará sentir viva como ninguna cosa en el mundo”.

- “Deberás sumergirte en ese océano sin miedo, no des marcha atrás, porque ya sabemos que jamás nos conformaremos con un charco”.-

Logre entender que en ese momento era un consejo, una orientación o mejor aún, era una lección que venía de Dios por medio de una amiga.




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