No volvimos a vernos y borré su número del móvil


Poesía.
Autor: Desconocido.

No volvimos a vernos y borré su número del celular. Nunca he estado segura de cómo se olvida, pero pensé que esa era una buena forma de empezar, me equivocaba; meses después se me sigue enfriando el café por la mañana mientras espero que venga a desayunar conmigo.

Es como cuando tardas un poquito en darte cuenta de que no estás soñando, de que la realidad es que ya no compras para dos en alguna tienda de la esquina y que ya no te importa cambiar las sábanas de la cama tan a menudo, así son las cosas, la rutina tarda un poco en darse cuenta de que ya no compartes tu tiempo.

He dejado de tararear canciones en la ducha y he llenado la refrigeradora de licor medio llenas, o quizá medio vacías, o quizá se me están amontonando las razones para buscarlo algún día y decirle que vuelva a recoger lo que dejo, que realmente es invisible, pues ya no están, de esas cosas de las que aun mantengo en mi mente, yo, una de ellas o una de tantas.

Y luego están todos esos “para siempre” a los que el tiempo no hizo justicia, y todos esos “ojalas” que escribimos al aire, reflejándonos en un montón de espejos en los que ya no me miro por si verme sin él me hunde un poco más.

En lo referente a tocar fondo siempre he sido muy competitiva verás, y yo, que siempre había querido tocar el cielo, el de sus labios, o mejor dicho, tocarlo siempre, porque hubo un tiempo en el que me mudé allí y las vistas eran preciosas, no sé, a veces sigo pensando que la única forma de olvidar a alguien es conociendo a otra persona a la que no desees olvidar, pero claro, a ver cómo le abres la puerta al amor, si la última vez que entró, solo vino a desordenarlo todo.

Y lo desordenó tanto y tan bien que aún, pasado el tiempo, sigues encontrando cosas que no están en su lugar. Entonces, de madrugada, es cuando el insomnio te recuerda en lo irónico que resulta que exista gente que siga pidiéndote que sonrías, es que sonrisas te quedan, pero las razones para sonreír se las llevó todas.

Autor: Desconocido.

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