Te lo mereces
“Cuando veo a alguien intentándolo de nuevo en el amor, después de que le hayan roto el corazón; suspiro profundamente, en mi mente solo puedo pensar una cosa: ‘ojalá que le vaya bonito y valoren cómo merece’, tal cual”.
Porque alguna vez estuve ahí, porque sé cómo duele, porque uno sabe que salir de ese atolladero es de valientes y fuertes de corazón, no es cualquiera, es de gente que merece el mundo, el universo necesita más corazones rotos para renacer.
Porque a la gente que le han hecho daño, a esa que ha fracasado interminablemente en el amor, sabe querer bonito, conoce el valor de cada detalle, el valor de un segundo compartido con alguien, conoce el valor del tiempo para dos.
Esas personas saben lo que significan los besos después de un largo tiempo de ausencia, el buenos días de cada día suele ser religioso, el café más amargo sabe dulce, nos brota la inspiración.
De repente el caos tiene solución inmediata, porque somos fuertes contra el mundo y los hechos nos resultan más sustanciales que las palabras.
Porque a esas personas son a las que uno debería desearles siempre que les vaya de acuerdo a cómo saben entregarse, de todo aquello que comparten, es la abundancia que cargan en su interior.
Después de muchos golpes contra la pared, deshojando pétalos de flores, con el acertijo del ¿me quiere, no me quiere?, da alivio ver que siempre hay una aguja para un descosido.
Al parecer son necesarios los traumas emocionales, para que los trastornos terminen de desarrollarse, para sanar, pasar al siguiente punto y lograr romper el tabú de que “aceptar una condición desacredita tu futura historia”, al contrario, no hay historia nueva sin una pasada condición.
El amor es la solución a casi todo, el conocimiento en el proceso de la crisis amorosa, es el camino para la cura, amarte es el camino correcto para saber conducir las emociones, después de todo, te sientes libre para amar, libre para elegir y libre para ser, es hora para merecer un premio.
El amor existe y no es un momento breve lleno de ilusión, el amor es como esa alcancía que ya lleva una cantidad alusiva, como para comprar esa casa de la felicidad, luego de haber ahorrado por años.
Comentarios
Publicar un comentario